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Consejos y tranquilidad para nuestra vida

HOLA A TODOS, BIENVENIDOS, ESTE BLOG, HA SIDO CREADO A LOS FINES DE PODER CONTRIBUIR CON ALGUNOS CONSEJOS DE SEGURIDAD Y ASISTENCIA VITAL BASICA (PRIMEROS AUXILIOS), EN LO QUE DENOMINO SEGURIDAD CIUDADANA.....



sábado, 7 de agosto de 2010

Paso C: Circulación

Recordemos que hasta éste momento, siguiendo los pasos A y B, hemos asegurado que el Oxígeno llegue hasta los alvéolos donde difunde a la sangre. Para que llegue hasta el Cerebro, el Corazón debe latir para bombear la sangre oxigenada, haciéndola circular a todos los tejidos. Por eso una vez terminadas las 2 insuflaciones y sin otra comprobación se deben iniciar en forma inmediata las Compresiones torácicas externas

¿Cómo se hacen las Compresiones torácicas externas?
Si es posible descubra el Tórax de la víctima para observar mejor los reparos y poder hacer las compresiones con precisión.

La compresión torácica externa debe ser aplicada sobre el esternón que es el hueso que todos tenemos en la parte anterior del Tórax en la línea media.

Como nos encontramos de rodillas, al costado de la víctima, palpamos y recorremos el reborde costal del lado que nos encontramos hasta la línea media donde se junta con el reborde costal del otro lado en un punto donde se encuentra el extremo inferior del esternón que se llama apófisis o apéndice xifoides.

Aquí termina la parte blanda del abdomen y comienza el hueso del esternón. No es difícil individualizar el punto y esto puede ser también practicado fácilmente en uno mismo o en otra persona que también quiera aprender.

A partir de ese punto de referencia, que se llama apéndice xifoides, apoyamos el talón de la otra mano (la parte más próxima a la muñeca) sobre el esternón, dejando dos traveses de dedo por encima del punto señalado observando que no sobrepase una línea imaginaria que una ambos pezones.

Una vez que tenemos apoyado el talón de una mano sobre la parte inferior del esternón entrelazamos los dedos de ambas manos de modo que los dedos queden levantados y ambas manos queden adheridas entre sí, para poder hacer las compresiones en forma solidaria.

A partir de este momento con los brazos extendidos y sin doblar los codos, colocando nuestro torso hacia adelante para que el peso de las compresiones se concentre en la vertical del punto de apoyo, comenzamos a efectuar las compresiones torácicas externas.

Esto se logra empujando el esternón hacia abajo (hacia la espalda de la persona inconsciente) para que se desplace unos 5 cm., lo que es posible, debido a la elasticidad natural de la caja torácica.

Este movimiento aprisiona el Corazón entre el esternón por delante y la columna vertebral por detrás. Así la sangre contenida en sus cavidades es exprimida e impulsada como si el Corazón se contrajera (sístole). Además la compresión exprime la sangre contenida en los vasos sanguíneos del tórax colaborando con la circulación que se obtiene. Por otra parte las compresiones producen una entrada y salida de aire por la vía aérea que colabora con la oxigenación de la sangre.

Cuando terminamos la compresión aflojamos la presión aplicada permitiendo que, por su propia elasticidad, el tórax recupere su conformación natural y el esternón retorne a su ubicación original. En éste período las cavidades cardíacas vuelven a llenarse de sangre en forma pasiva (diástole). También en este caso la descompresión facilita la llegada de sangre al tórax porque en este momento se produce una presión negativa en la cavidad que aspira la sangre que retorna al corazón, lo que ayuda a llenar las cavidades cardíacas.

Si repetimos esto rápidamente con una frecuencia de entre 80 y 100 veces por minuto, imitando el ciclo cardíaco, logramos una circulación precaria, pero suficiente, como para mantener la llegada del Oxígeno al Cerebro y a los propios vasos del Corazón.

Debe evitar que sus codos se flexionen porque así pierde efectividad en la compresión y se cansará rápidamente.

También debe evitar que el talón de la mano se separe del esternón cuando afloje la compresión porque si lo hace en la siguiente compresión usted golpeará el esternón. Esta forma de rebotar durante las compresiones hace que se pierda la colocación exacta del talón de la mano, lo que es fundamental para que el masaje sea eficaz y aumenta el riesgo de fracturar el esternón o las costillas.

Después de haber aplicado 30 compresiones consecutivas y rápidas vuelva a insuflar 2 veces consecutivas al tórax mediante la ventilación boca a boca.

Éste ciclo de compresiones y ventilaciones debe ser repetido cinco veces, para detenernos entonces por no más de cinco a diez segundos para evaluar si hay pulso carotídeo palpable

¿Cómo buscamos este pulso?
Este latido o pulso lo encontramos en el cuello a cada lado de la nuez de Adán. Practique, con Usted mismo y con sus amigos, cómo encontrar el pulso. Practique estas maniobras básicas y así se sentirá seguro.

Si el pulso está presente debemos continuar con los pasos A y B (haciendo una insuflación cada 5 segundos mientras mantenemos la cabeza extendida o flexionada hacia atrás), hasta la recuperación o la llegada de auxilio especializado, controlando periódicamente que el latido cardíaco siga registrándose con la toma del pulso Carotídeo.

Si el pulso no está presente o no es registrable debemos continuar aplicando las compresiones torácicas externas porque la víctima continúa en Paro Cardiorrespiratorio. En este caso debemos continuar esto, indefinidamente, hasta que llegue la asistencia especializada, hasta que la víctima recupere el conocimiento y reaccione a lo que estamos haciendo, hasta que recupere la respiración espontánea o el pulso, o hasta que el socorrista quede exhausto. Si usted no tiene seguridad en la búsqueda del pulso no pierda tiempo en esta maniobra y si tiene dudas sobre su presencia o no, continúe inmediatamente las compresiones torácicas. No existe riesgo de efectuar estas compresiones sobre un corazón que late. Además estas compresiones refuerzan la eficiencia de los latidos cuando si estos son débiles, lo que es habitual en un corazón que se recupera de un Paro. Comprimir a un corazón que late no produce Paro cardíaco. Es preferible hacer compresiones sobre un corazón que late débilmente que perder tiempo dudando.

Repetimos: Los ciclos de 30 compresiones y 2 ventilaciones deben continuarse indefinidamente mientras la víctima reaccione, hasta que llegue la ayuda avanzada o hasta que Usted se encuentre exhausto.

Si recupera C (el latido cardíaco), continúe con A y B. Si recupera B (la respiración), continúe con A,

Controle permanentemente que la Circulación y la Ventilación se mantengan normales.

No abandone nunca el paso A.

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